Se meten en tu cabeza, te meten sus ideas, sus creencias y sus barreras. Con el tiempo ya no sos vos mismo. Sos una copia más. Todo igual, nada diferente. Cada rincón de tu mente e imaginación tiene límites. Ya no podés pensar más allá de lo que ves. Tus palabras y movimientos se reducen cada vez más. Y ahí estás; sos un ser más, parado en medio de un mundo que parece perfecto, pero es el más enfermizo de todos.