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miércoles, 12 de octubre de 2011

Hoy decido enterrar todo lo nuestro.

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Pido perdón por no estar enamorada esta vez. Pero tampoco es como si tu corazón se estuviese rompiendo. No sé si te importo tanto o no. Pasó mucho tiempo ya, y tuvimos muchas de estas vueltas. Siempre es igual, yendo y viniendo, peleando y llorando; siempre igual. Es difícil ponerle un final a estas cosas; y mucho más para mí. No soy buena rompiendo corazones, tal vez sí, pero no puedo hacerlo de una, me cuesta; soy muy sensible. Como decirle a alguien que te ama que ya no lo amas? No te cuesta? No te duele cada lágrima que cae? A mi se me hace imposible seguir adelante sabiendo que alguien está llorando por mi culpa. No puedo, siento la necesidad de volver, abrazar a esa persona, decirle que todo va a estar bien y todas esas cosas que hacen que volvamos a lo mismo. Por mucho tiempo seguimos nuestro camino, ahora se dividió en dos. No lo dividió nadie más que nosotros. Es tiempo de que cada uno siga el suyo. Es como si fuese un puente que se va cayendo atrás nuestro, y en la otra punta se divide en dos; cada uno de los puentes no resistiese el peso de ambos. No hay tiempo para quedarse parado, hay que seguir. Eso siento yo; siento que en mi vida ya no hay espacio para lo que somos. Ya es hora de dejar atrás todos nuestros líos y peleas. Date cuenta de que quiero avanzar y estar bien, no quedarme en esto y seguir lastimándome. Quiero tener la oportunidad de volver a empezar y lograr algo mejor, mejor que esto que nos hace tan mal.
Hoy decido enterrar todo lo nuestro, dejarlo de lado y avanzar.

sábado, 8 de octubre de 2011

Music On, World Off.

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Sola en mi cuarto, acostada en mi cama, tres y media de la mañana, auriculares, música a todo volumen; estoy en el cielo. Siento como si la música estuviese dentro de mí, y me dejo llevar por cada sonido. Espero con ansias que arranque la parte fuerte de la canción, siento como explota mi cabeza con cada golpe. Va más allá de todo, es increíble. Cada canción me transmite una sensación distinta, me produce una adrenalina que ninguna otra cosa me hace sentir. De repente ya no es sólo música, es mucho más; se suman más sentidos y nuevas sensaciones. Mi cuerpo pide moverse, casi no lo puedo evitar. Todo sonido va ingresando por mis oídos, y me hace ver e imaginar cosas; es casi como soñar. La suavidad y la energía de la canción me transportan a otro lugar.