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lunes, 21 de noviembre de 2011

Hello darkness, my old friend.

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Encuentro un ser sin vida, sin  mirada, sin voz. Desvaneciéndose a cada segundo. Con los ojos llenos de lágrimas y la boca sellada. Sola, abandonada. Ahogándose en sus lágrimas, sin poder ocultar su llanto. Maltratada por ella misma, lastimada, herida y perdida en sus propios pensamientos. Llorando desconsoladamente por dentro, rompiendo hasta la última parte de su alma. Alma? No había alma, ya no estaba. Fumando de a poco su mente, consumiendo su cuerpo. Hundiéndose cada día más. Clavando en su piel cada dolor. Sobre una cama, pensando, llorando, muriendo. 
Me vuelvo a encontrar conmigo misma. Con mi pasado, con el sufrimiento que yo misma creaba. Que hice? Por qué estuve tanto tiempo así?

Uno no sabe lo mal que está hasta que mejora.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Enseñame suavemente como volver a respirar.

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Ella está ahí nomás, y duda. Tiemblan sus pensamientos. Comienzan a pasar por su cabeza miles de cosas, que no logra descifrar. Se confunde y vuelve a dudar. Su corazón estaba más asustado que ella misma; acelerándose como loco con cada segundo que pasaba. Ya se le olvidaba como respirar, como mirar, como pensar. Él se acerca abrazándola, lentamente la apoya sobre la cama y la besa. Es entonces cuando ella encuentra un momento de paz. Mirándolo, observando y rozando cada centímetro de su piel.
Sólo iluminaba la luna, asomando una luz tan suave que apenas dejaba ver. Lo miró a los ojos hasta que ambos los cerraron. Se sentía la respiración de ambos, lentamente calmandose.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Uno no elije a quien amar.

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Estaría bueno poder elegir de quién enamorarse, cuando y cuanto. Y también poder dejar de hacerlo cuando uno quiera. Tener alguna clase de botón de On-Off para nuestros sentimientos. Sería perfecto no? Conocemos a muchas personas en nuestra vida, nos dejan de gustar algunas, nos empiezan a encantar otras, nos aburrimos de algunas, nos obsesionamos con otras, y así. Pero uno nunca decide en que trampa caer, simplemente se cae. Y si hay algo que no se puede manejar es el corazón, el amor, los sentimientos. Como si no hubiese conexión alguna con nuestro cerebro, es algo inevitable.
Hubiera dado cualquier cosa por sentir algo así por la persona que me hacía bien, pero es algo que uno no decide.